La Comparación es una ladrona de destinos

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2 Corintios 10:12 (NVI)
«No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen.»

LA COMPARACIÓN ES UNA LADRONA DE DESTINOS

Escrito por: Blanca Estela Jiménez

¿Conoces esta expresión: “La hierba es siempre más verde en otro lugar”?
Se emplea cuando una imagina que siempre es mucho mejor en la casa de la vecina. No hay más que mirar alrededor: siempre hay personas que tienen más talento, más amigas, más dinero, más de esto y más de lo otro que nosotras. Y así podemos estar días enteros.
La comparación tiene por objetivo robarte el gozo y la motivación, hasta que llegues a decir: “¿Para qué seguir? No valgo para nada”. Y es ahí cuando la comparación ha conseguido su objetivo: robar tu destino. Cuando te paras en el camino y no sigues avanzando, no puedes ver la cosecha abundante ni las cosas que Dios tenía preparada para ti más adelante en el plan perfecto que ideó para ti.
No dejes que tu visión perezca bajo la excusa de que eres menos dotada que otra persona. Al contrario, ¡ejercita tus dones, siembra en tu campo!

Al principio la comparación promete vida, alegría, éxito, pero tarde o temprano produce desánimo y división cuando caemos en la tentación de culparnos entre sí por no dar la talla.
La comparación no siempre es mala, pero tenemos que tener el punto de referencia correcto de la medida.
Los antiguos Corintos eran una pandilla de celosos egoístas, muy parecidos a nosotros. Cuando Pablo les escribió su carta, les corrigió firmemente por competir.
El éxito hay que considerarlo con el contexto de nuestras realidades, no comparándonos con otras personas.
Pasa tiempo hablando con Dios, Él sabrá inspirarte con las estrategias que debes aplicar y pondrá en tu camino a las personas adecuadas.
¡Él lo hace conmigo todo el tiempo, y lo hará también contigo!
Tu parte es la de confiar en Él, y la Suya es la de honrar Su Palabra, lo que siempre hace. “Dios no es hombre para que mienta” y Su Palabra no vuelve a Él sin haber producido Su efecto.
¡Amiga mía, deja de compararte con las demás, y avanza!
¡Eres maravillosa!

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Mujer emprendedora, Directora del Proyecto Mujer de Fuerza y Carácter, desarrolladora de Materiales de Capacitación para Mujeres y Apasionada por Mentorear y Levantar y descubrir el Potencial de Mujeres de Fuerza y Carácter.

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